Uno de los motivos principales del fracaso de las dietas es que la idea general sobre las mismas es que están compuestas de platos monótonos e insulsos, cosa que no es verdad. Uno de los mayores enemigos de una dieta de restricción sea para adelgazar o preventiva es la falta de sabor.
Las dietas generalmente limitan mucho el consumo de grasas y sal, los grandes responsables por el realce de sabor de los alimentos. Ellos son eliminados porque contienen colesterol y sodio en gran cantidad, lo que colabora para el surgimiento de enfermedades como hipertensión y problemas cardiovasculares. De allí surgió la idea de que las dietas no tienen sabor. Asociar la dieta a la falta de sabor es un error.
Hay muchas maneras de realzar el sabor de los alimentos sin la necesidad de agregar mucha grasa o sodio. La utilización de hierbas aromáticas,especias,ajo y cebolla son algunas de ellas. Hasta las frutas pueden ser usadas para dejar una ensalada o carne sabrosa y diferenciada. Por haber sido el primer condimento utilizado por el hombre, es parte del hábito usar sal en cantidad en la preparación de platos, pero es totalmente posible hacer un plato sabroso con poquísima sal.
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