El alcohol químicamente es un compuesto orgánico, formado por átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno. Es un líquido incoloro, de bajo peso molecular, menos denso que el agua y soluble en la misma en proporción variable.
El alcohol que se utiliza en la elaboración de las bebidas alcohólicas es etanol ( alcohol etílico). Todas las bebidas alcohólicas tienen alcohol y azúcar, y las mismas se producen por la fermentación natural de frutas y cereales o por la destilación de las mismas bebidas fermentadas.
Estas reacciones provocan la transformación del azúcar o el almidón, en alcohol y dióxido de carbono aportando 7 kilocalorías por gramo de alcohol, o dicho de otra forma, por cada gramo de alcohol, aporta 7 calorías, lo que no las hace adecuadas para los tratamientos de reducción de peso, considerando también que las calorías que aporta se consideran “vacías” ya que no contienen nutrientes benéficos para el organismo, como vitaminas y minerales.
Otra razón por la que el alcohol no puede ser considerado en régimenes de adelgazamiento es debido a que interrumpe la oxidación de las grasas e hidratos de carbono provocando que en vez de ser quemados , se almacenen en nuestro organismo. Como el alcohol aporta energía de sobra , el organismo deja de quemar grasas, se detiene o enlentece el metabolismo, lo que hace que se almacene y en consecuencia conduzca un aumento de peso.
Una de las consecuencias principales del consumo de alcohol es que deshidrata nuestro organismo, reduciendo el metabolismo y aumentando la tendencia a engordar.
Deja un comentario