La obesidad en los niños ha venido en aumento en los últimos años, lo que ha hecho que se tengan en cuenta algunas causas que anteriormente pasaban desapercibidas. Entre ellas se encuentra el consumo de bebidas azucaradas, que indirectamente provocan un cambio en la alimentación de los niños y como consecuencia su aumento de peso.
Ciertas investigaciones realizadas, han demostrado que el consumo moderado de bebidas azucaradas no producía un aumento llamativo en el peso corporal de los niños, pero que si provocaba una repercusión directa en el sobrepeso si el consumo era excesivo. Además ,los niños que consumían más refrescos realizaban menos ejercicio físico que el resto, considerando este factor como el principal determinante de obesidad.
El aumento de energía que proporcionan las bebidas azucaradas provoca una disminución del apetito y la consiguiente modificación de la dieta sana, con un aporte insuficiente de proteínas, calcio,magnesio,fósforo y vitamina A. Probablemente el consumo excesivo de estas bebidas sea un reflejo de unos hábitos de vida insanos, es decir, una pieza más en el rompecabezas de la obesidad.
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