Las frutas son bajas en calorías y en azúcares simples, y muy ricas en agua, fibra, vitaminas y minerales.
Existen muchos tipos de frutas para incluir en una dieta saludable, pero las siguientes son aquellas que más beneficios implican para la salud.
Cítricos (limón, naranja, pomelo, mandarina, lima, quinoto)
Los cítricos son excelentes fuentes de vitamina C, la cual fortalece el sistema inmune, participa en la síntesis de colágeno, actúa como antioxidante e interviene en el metabolismo energético.
Además, aportan cantidades moderadas de azúcares simples que están acompañados por fibra. Esta fibra dietética brinda saciedad, sirve para prevenir el estreñimiento, regula los niveles de azúcar en sangre y reduce las cifras de colesterol en sangre.
Otros nutrientes importantes que aportan los cítricos son el potasio y el ácido fólico (vitamina B9). El potasio es un mineral que ejerce un efecto diurético y ayuda a eliminar los líquidos retenidos. También es fundamental para el óptimo funcionamiento de los músculos y del corazón. Por su parte, el ácido fólico es una vitamina esencial para la formación de nuevos glóbulos rojos y durante la gestación debe estar en cantidades suficientes para que el tubo neural del embrión se cierre correctamente.
Frutos rojos y azules
Este grupo comprende a las frutillas (fresas), cerezas, frambuesas, arándanos rojos y azules, moras, grosellas, etc. Poseen grandes cantidades de vitamina C al igual que los cítricos pero su mayor riqueza nutricional son sus poderosos antioxidantes.
Los antioxidantes de los frutos rojos y azules neutralizan los radicales libres y previenen el daño oxidativo responsable de numerosas enfermedades y del envejecimiento. Los frutos rojos contribuyen a mantener los vasos sanguíneos sanos y funcionales, reducen la inflamación, mejoran la salud cerebral y reducen el riesgo de desarrollar cáncer.
Piña
La piña es rica en numerosas vitaminas (vitaminas B6, B2, C y B9), minerales (potasio, y magnesio) y agua. Es muy baja en calorías y promueve el descenso de peso.
Por otro lado, la piña contiene una enzima denominada bromelina que reduce la inflamación y acelera la cicatrización de las heridas.
La fibra presente en la piña mejora la digestión y ayuda a regular la función intestinal para evitar el estreñimiento.
Banana (o plátano)
A pesar de que la banana es una de las frutas con más azúcar y, por lo tanto, más calorías, su consumo resulta muy beneficioso para la salud.
Las bananas son fuentes de potasio, cuyas funciones fueron explicadas anteriormente, de vitamina B6 y de manganeso. La vitamina B6 (piridoxina) actúa como coenzima en las reacciones químicas que se producen para degradar el glucógeno en glucosa, participa en la síntesis de la serotonina (hormona de la felicidad) e interviene en la función inmune. El manganeso posee actividad antioxidante y participa en el metabolismo óseo.
Las bananas inmaduras poseen un compuesto llamado almidón resistente que es fermentado por las bacterias intestinales y ayuda a prevenir el cáncer de colon.
Sandía
La Sandí es una fruta ideal para incluir en una dieta saludable, más aún en verano, ya que más del 90% de su composición está representada por el agua y asegura una óptima hidratación. A pesar de su sabor dulce, es muy baja en calorías y facilita el descenso de peso.
Además, la sandía es muy rica en antioxidantes (licopeno, vitamina C, carotenoides y cucurbitacina E) que protegen a las células de los radicales libres y reducen la inflamación.
Mango, durazno (melocotón) y damasco (albaricoque)
Estas frutas comparten su riqueza en el pigmento betacaroteno, el cual es el responsable de su color naranja. El betacaroteno es un precursor de la vitamina A y es esencial para mantener la salud y belleza de la piel, fortalece el sistema inmunológico, protege la salud visual y actúa como antioxidante.
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