Una de cada tres personas en Estados Unidos mueren por problemas en el corazón, derrames cerebrales y otras enfermedades relacionadas según un estudio publicado el pasado miércoles por el Instituto Nacional de Salud.
Los factores de riesgo que influyen son diversos, de acuerdo a los datos recolectados el 19% de los hombres y el 15% de las mujeres del país fumaban en 2014 y un tercio de los adultos dijo que no realizaba ninguna actividad física.
La dietas saludables han aumentado levemente en los últimos años tanto en niños como adultos, pero aún así entre 2009 y 2012 casi 160 millones de estadounidenses tienen sobrepeso (69% de los adultos y 32% de los niños).
En el mismo periodo de tiempo se detectó que la mitad de los ciudadanos tenían el colesterol alto y una tercera parte la presión alta. El 9% fue diagnosticado con diabetes y un 35% con pre-diabetes.
Hay ciertos factores de riesgo que no se pueden evitar como el envejecimiento o tener antecedentes de familiares con problemas del corazón, pero se puede tener control sobre el resto que son muy importantes como el colesterol en sangre, la hipertensión, el tabaquismo, el sobrepeso, la diabetes y la inactividad física.
Muchas personas tienen más de un factor de riesgo que tienden a estar relacionados y empeorar la situación, por ello bajar o eliminar la mayor cantidad posible es lo mejor para reducir las probabilidades de sufrir problemas serios.
Para hacerle frente a estas enfermedades es necesario comenzar a realizar actividad física, aunque sean caminatas pequeñas o la práctica del algún deporte de forma semanal, bailar e incluso subir por las escaleras en lugar del ascensor puede marcar la diferencia. También se debe comer de forma sana incorporando a la dieta frutas, verduras, granos enteros, carnes magras, pescado, productos libres en grasas, evitando además la sal y azúcar agregada.
Más allá de controlar estos factores de riesgo, se debe estar alerta a los síntomas que pueden variar en cada persona. Estos son dolores en el pecho, los hombros, los brazos, el cuello, la espalda, así como la dificultad para respirar, arritmias y fatiga.
Nunca es demasiado tarde para comenzar a proteger el corazón, comienza hoy mismo hablando con su médico sobre el tema para recibir consejos y un plan de acción.
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